Un cerebro atento al presente, es un cerebro feliz y productivo. Tener un propósito que exceda nuestros intereses. Preguntarnos cuál es el sueño colectivo que nos unirá hacia el futuro.
Un dato: Saludar a alguien en la calle, nos produce más bienestar a nivel biológico, que escribir algo en las redes.
Hablemos entonces de la oxitocina y la dopamina. La confianza y el placer.